Las primeras fotografías nocturnas suelen tomarse casi siempre con el equipo normal disponible. Cualquier cámara ajustable puede utilizarse con éxito en fotografía nocturna. Por su tamaño reducido y por la amplia gama de objetivos que admiten, las cámaras de 35 mm se ha convertido en las favoritas del fotógrafo especializado en trabajos con luz ambiente o con poca luz.
Para elegir un objetivo para fotografía nocturna es fundamental su luminosidad. Se dice que un objetivo es rápido o lento según que sea grande o pequeña la máxima abertura que admita. En el mercado existen objetivos con aberturas máximas de f/1,8, f/1,4 f/1,2 e incluso f/1, pero son caros. Un objetivo de f/2 ó f/2,8, de precio razonable, utilizado con un ASA adecuado, es suficiente para fotografías con luz ambiente o nocturnas.
A fin de estar preparado para cualquier eventualidad, el equipo fotográfico debe incluir un gran angular y un teleobjetivo de distancias focales moderadas además del objetivo normal.
Los reflejos en el pavimento mojado de una calle, fotografiados durante la lluvia o inmediatamente después, crean diseños abstractos y añaden interés y viveza a la imagen.
Para las fotografías nocturnas de calles con iluminación buena o media, la exposición puede determinarse fácilmente con un buen fotómetro CdS. Para conseguir que aparezcan detalles en las sombras basta medir la luz de su propia mano y multiplicar el valor de exposición obtenido por dos, tres o cuatro.
Si hay luces fluorescentes intensas, luces móviles de ferias y otras similares, puede partirse de f/2,8 a 1/30-1/250 seg. para una sensibilidad de 400 ASA. Si se apunta el fotómetro hacia las zonas de luz brillante se obtiene una lectura errónea. Los fotómetros no suelen estar diseñados para lecturas directas de las fuentes de luz, sino de los rayos reflejados en el sujeto de la fotografía o de los rayos que inciden en él.
Las fotografías nocturnas a distancia suelen requerir exposiciones prolongadas.
Si hay que tomar muchas fotografías en una zona concreta, conviene hacer las lecturas necesarias antes de empezar a disparar, para después concentrarse mejor en las tomas. Así se evita la realización de lecturas de las zonas muy claras o muy oscuras. Si su fotómetro es de luz incidente, aplique las correcciones a los sujetos con mucha luz o con muy poca. Si es de luz reflejada mida las zonas que desee claras en la fotografía y elija la combinación de diafragma y velocidad de obturación que represente el sujeto en la forma deseada.
Es esta foto, las luces forman interesantes reflejos en las grandes masas de agua. La exposición ha de ajustarse al grado de detalle que se desee en las sombras
Para escenas con luz muy escasa, que requieren velocidades de obturación lentas o exposiciones prolongadas, es imprescindible utilizar trípode.
Cuanto más pesada sea la cámara, más sólido y resistente tendrá que ser el trípode para conseguir una inmovilidad completa durante la exposición. Los trípodes disponen normalmente de patas telescópicas que se ajustan a la altura deseada y que luego se recogen para mayor facilidad de transporte. Con una columna central resistente y ajustable resulta innecesario alargar o acortar las patas cada vez que se desea modificar la altura de la cámara. Para ajustar el ángulo de visión se necesita una cabeza ajustable o "panorámica"; es mejor si permite giros completos e inclinaciones de la cámara y, además, dispone de mecanismos de bloqueo y una placa de base que se pueda levantar por un lado y bloquearse en posición levantada para pasar del formato horizontal al vertical.
Para evitar las sacudidas se recomienda la utilización de un disparador de cable.
Con un equipo adecuado y bien organizado se simplifica mucho la toma de fotografías nocturnas. Para evitar confusiones, conviene llevar sólo lo que se prevé que se va a utilizar. Los elementos especiales, como disparadores de cable y filtros de uso poco frecuente, debe llevarlos en lugares específicos de la maleta o bolsa para facilitar su localización. Después de utilizarlos, colóquelos de nuevo en su sitio para luego no perder tiempo buscándolos.
No se olvide de llevar una linterna de bolsillo, que le proporcionará la luz necesaria para leer el fotómetro y comprobar los ajustes de la cámara.
En las escenas nocturnas como ésta, que incluyen temas muy contrastados, la exposición debe basarse en una medición de las zonas de luminosidad media, sin que influyan las altas luces directas ni las sombras profundas.
El problema más grave que se presenta en fotografía nocturna es la gran variedad de fuentes luminosas.
En los exteriores con luz de día, los problemas suelen estar relacionados con las zonas de sol y de sombra, pero de noche hay mezcla de luz de luna, luz fluorescente, bombillas incandescentes, tubos de neón, farolas callejeras y muchos otros tipos de iluminación.
Como muchas fotografías nocturnas contienen zonas de luz intensa, es posible crear imágenes espectaculares desenfocando la cámara para crear formas abstractas y colocando tramas difusoras o difractoras delante del objetivo para dividir los haces de luz de manera que formen un diseño interesante. Con ayuda de una malla de alambre o una media colocadas delante del objetivo puede crearse un efecto de "estrella" alrededor de los puntos de luz. A medida que se experimenta con estas técnicas se descubren muchos otros sistemas para aprovechar la luz nocturna.
Las líneas que forman las luces de los vehículos en las fotografías con exposición prolongada añaden interés y viveza a imágenes nocturnas.
En fotografía nocturna es normal que la diferencia entre las zonas de luz y las sombras sea tan acentuada que resulte difícil reproducir ambas con el mismo detalle. La imagen presentará invariablemente contrastes extremos.
Para obtener fotografías aceptables hay que decidir de antemano lo que se desea que aparezca en el encuadre y el aspecto que debe presentar la foto. Por ejemplo, se puede decidir que sólo interesan las zonas de luz o las sombras y ajustar la exposición de acuerdo con ello; el resultado puede ser una fotografía de gran impacto. O bien se prefiere que existan detalles tanto en las zonas de luz como en las sombras; en este caso se ajusta (horquillado y hdr)
En fotografía en color, los extremos de la iluminación nocturna desempeñan un papel importante. El imagen en color carece de la latitud para el contraste que tiene el de blanco y negro, por lo que la exposición debe calcularse para obtener detalle en las zonas de altas luces. De otra forma, éstas aparecerán "quemadas" en la imagen final.
Los paisajes se encuentran entre los sujetos mas populares, incluso en fotografía nocturna. El mar, el campo y las calles de las ciudades ofrecen muchos sujetos interesantes por la noche, con un aspecto totalmente distinto al que tienen de día.
Muchos fotógrafos enfocan a infinito y cierran el diafragma lo más posible para obtener profundidad de campo, pero estas fotografías suelen carecer de interés. Puede intentarse experimentar con distintas aberturas y, en lugar de captar toda la escena, dedicar un poco de tiempo a encontrar un ángulo original o concentrarse en una pequeña zona que tenga un interés especial. Esta zona se aísla por medio de un enfoque selectivo, y el primer y el último término se dejan desenfocados con una abertura grande.
La mejor hora para tomar fotografías es inmediatamente después de ponerse el sol. Esto permite utilizar velocidades de obturación más rápidas, captar más detalles y diferenciar mejor la zona situada entre el cielo y el primer plano.
El romanticismo y el misterio del mar han cautivado desde siempre la imaginación del hombre. Constituye una de las ramas más interesantes de la fotografía paisajística, ya que los mares, los ríos y todas las grandes masas de agua reflejan numerosas formas cambiantes.
El agua refleja intensamente la luz que recibe. Por tanto, la variedad de efectos fotografiables es ilimitada, desde los simples reflejos hasta la luz de la luna al brillo del sol, subexpuesto para crear un efecto nocturno. Con aberturas de f/11 o inferiores, los brillos de la luz en el agua parecen muchas veces reflejos de diamante, de estrella u otros diseños.
Las fotografías nocturnas del mar quedan mejor con luna llena. En estos casos hay que dar exposiciones prolongadas y, por tanto, se requiere el uso del trípode. El movimiento de las olas puede utilizarse para dar impresión de movilidad, siempre que se incluyan elementos estáticos, como rocas, troncos flotantes o la línea de la orilla en primer término.
Puede considerarse que el elemento más importante en la fotografía paisajística es la composición, porque si ésta no es buena, hasta el paisaje más hermoso u original carece de interés. Como es lógico, resulta imposible reorganizar los elementos del paisaje en sí, pero cabe interpretar la Naturaleza valiéndose del ángulo de toma, la elección de objetivo y la iluminación.
Las condiciones atmosféricas especiales, como la lluvia, la niebla o la nieve, confieren mayor impacto a la fotografía. Para ejercitar su capacidad creativa, puede escoger un paisaje de fácil acceso y fotografiarlo muchas veces, durante un período largo de tiempo y en distintas circunstancias. Esto le enseñará lo que debe buscar en situaciones futuras.
Las fotografías nocturnas, tomadas realmente de noche o de día imitando condiciones nocturnas, sacrifican el detalle y la textura que dan interés a los paisajes diurnos. En el encuadre conviene incluir masas y formas interesantes.
La silueta de un árbol recortado contra la luna y el cielo, o bien una rama desnuda en primer término, con la luna detrás desenfocada, son elementos que pueden mantener el interés por sus líneas enérgicas.
En esta fotografía nocturna, Chinatown de Londres nos muestra su magia mediante su exhuberante decoración.
Los paisajes urbanos son sujetos de interés por la originalidad de sus diseños y líneas, y no parecen perder nunca su atractivo para el fotógrafo. Sin duda, el paisaje urbano es el sujeto más frecuente en fotografía nocturna.
Su atractivo parece residir en el hecho de que cada ciudad tiene su peculiaridad, más acusada precisamente de noche. Captar esta peculiaridad en imágenes es un auténtico desafío para el fotógrafo.
Londres es una de las ciudades favoritas para fotografía nocturna, hay edificios y monumentos para elegir. En esta imagen, el tono cálido del Big Ben contrasta con el frío reflejo de las farolas del puente en el río.
Muchas ciudades iluminan de noche sus monumentos y edificios más importantes, que constituyen excelentes sujetos para fotografía nocturna; no hay razón para conformarse con postales que ilustren nuestros viajes cuando se puede lograr un recuerdo personal.
Salvo que se disponga de una cámara de gran formato (como los fotógrafos de arquitectura) para corregir las aberraciones de perspectiva, es mejor elegir una posición alejada para no tener que inclinar la cámara demasiado hacia arriba, con lo cual se evitan deformaciones. Para que la fotografía resulte natural y el sujeto presente un tamaño adecuado dentro del encuadre, es mejor tomarla desde lejos con un teleobjetivo de distancia focal moderada, o bien utilizar un objetivo normal y editarla posteriormente recortando el encuadre.
Para fotografiar un edificio hay que estudiarlo antes desde diversos puntos de vista. La fachada principal estará probablemente bien iluminada y será fácil de fotografiar. Pero si se toma directamente de frente, el edificio tendrá un aspecto monótono y sin suficiente detalle. En cambio, si se fotografía desde un ángulo, adquiere volumen por el contraste entre la fachada iluminada y el lateral oscuro. De esta forma aparece también detalle en las sombras.
En esta imagen del Centro de Zaha Hadid de Bakú, capital de Azerbaiyán, se integran a la perfección el diseño y la iluminación.
Las luces, móviles o estáticas, dan un ambiente muy característico a las escenas nocturnas. Una fotografía nocturna de una escena en la que haya luces móviles, con exposición prolongada registrará dichas luces en forma de "hilos" luminosos que se mueven por el encuadre formando diseños interesantes y originales. Un buen sistema para dar vida a una escena nocturna consiste en incluir una calle con coches en movimiento. Para dar variedad a las fotografías se puede disparar primero a nivel de las luces de los coches y elevar luego la cámara.
Otro ejemplo de luces móviles se halla en los reflejos del agua de las fuentes. Con una velocidad de obturación media o lenta, el sujeto principal sigue siendo reconocible, pero el brillo del agua crea diseños semiabstractos.
Para conseguir un aspecto más abstracto puede mover las luces el propio fotógrafo. Bastará hacer una exposición normal de una escena incluyendo las luces para establecer las formas básicas y, mientras el objetivo está aún abierto (diafragma en posición T) se mueve la cámara. Este mismo efecto se consigue moviendo la cámara durante toda la exposición. Estos diseños no pueden controlarse con precisión; solamente puede controlarse la cantidad de luz que llega a la película.
Con tramas difusoras (filtros que se colocan delante del objetivo) puede conseguirse un efecto de halo alrededor de las luces intensas. Con redes de difracción, una rejilla de alambre o un trozo de media estirado sobre el objetivo durante la exposición, se crea un efecto de estrella alrededor de las luces. Añadiendo otras capas, las estrellas presentan cuatro puntas más por cada capa, que además exigirá un aumento de un tercio en la exposición.
Algunas de las fotografías "nocturnas" más efectistas se toman de día, con sol brillante. Esta técnica se ha utilizado durante muchos años en cine para disminuir el presupuesto. El truco consiste en subexponer la fotografía. Los efectos más sorprendentes se consiguen apuntando directamente al sol, con lo que los árboles, barcos, animales y personas que pueda haber en primer término aparecen siluetados en negro. Iluminando el agua por detrás se consigue un efecto de puntos brillantes móviles, al tiempo que los demás objetos que hay en primer término se convierten en siluetas oscuras.
Cuanto más intensa sea la luz, especialmente si se apunta directamente al sol, más altos deberán ser los valores de ajuste de la cámara. Debe tomarse una lectura de la luz reflejada en la zona correspondiente a la luz más intensa.
Las demás zonas carecen de importancia porque en la fotografía aparecerán como siluetas oscuras. Además de medir la luz de esta forma, debe cerrarse el diafragma varios puntos o aumentar la velocidad de obturación. El valor de la subexposición puede llegar a 8-10 diafragmas para efectos de oscuridad realmente intensos. Con un filtro de densidad neutra es posible disminuir la luz que entra en la cámara sin afectar al color. Estos filtros existen en densidades que exigen un aumento de exposición hasta 16 veces su valor.
Puede recurrir a un filtro rojo si utiliza película en blanco y negro y se encuentra con una buena fotografía de noche figurada.
Si en las fotografías en color de efecto noche se apunta la cámara hacia el sol con valores notables de subexposición, resulta una fotografía prácticamente en blanco y negro. Añadiendo un filtro azul, se obtiene un efecto de luz fría y lunar.
Fotógrafo meteorológico del año 2024
El concurso de fotografía meteorológica y climática más prestigioso del mundo. El concurso muestra algunas de las fotografías meteorológicas y climáticas más sorprendentes del mundo, proporcionando una plataforma internacional para crear conciencia sobre los problemas ambientales...
Fecha límite de presentación: Hasta el 18/06/2024.
Cuota de inscripción: Gratuita.
Temática del concurso: Meteorología.
Premios:
Con frecuencia, nuestras fotos parecen carecer de interés. Bien por falta de colorido, de contraste o porque su gama tonal es tan limitada, que nos parece una foto insulsa, carente de vida. En este tutorial, aplicando una técnica fácil, podremos conseguir, en pocos pasos, añadir un poco de vida a esas fotos.
Fotógrafo del año, ganador Blake Randall.
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30-12-1918 - Wichita, Kansas
Eugene Smith: "Mi aspiración es captar la acción de la vida tal y como es".
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Este tipo de fotografía da al fotógrafo más libertad en la disposición de los elementos de diseño dentro de una composición en comparación con otros géneros fotográficos, como la fotografía de paisajes o retratos.
La iluminación y el encuadre son aspectos importantes de la composición de fotografías de naturaleza muerta.
