El breve destello de luz producido por la descarga eléctrica en un tubo lleno de gas (flash electrónico) es el tipo de luz suplementaria más común en fotografía. El flash ofrece una gran potencia luminosa bajo una forma compacta, ligera y económica. Además, evita los efectos del calor y del deslumbramiento durante la disposición de la iluminación, que son corrientes con la mayoría de las fuentes luminosas continuas. Al igual que otras fuentes de iluminación artificiales, el flash permite controlar la dirección, la calidad y la intensidad de la luz para obtener el efecto deseado.
El flash sobre la cámara o sostenido junto a la misma mediante un portaflash proporciona una luz directa y dura. Dirige un máximo de la luz al sujeto, pero con un mínimo de modelado. Con él aparecen sombras duras detrás del sujeto y pueden desaparecer detalles importantes de las zonas de sombra profunda. En los trabajos en color, las sombras duras y la cantidad de luz pueden dar la impresión errónea de que existen cambios de color en lugares donde en realidad no los hay.
El flash sobre la cámara plantea dos problemas: el efecto de "ojos rojos" y los reflejos del flash.
En algunas fotografías en color tomadas con flash las pupilas de los ojos del sujeto aparecen rojas; en las fotografías en blanco y negro, aparecen blancas. Este fenómeno en las fotografías en color proviene del reflejo de la sangre de la coroides y es debido a la corta distancia existente entre el flash y el objetivo. Se produce en general cuando el sujeto mira directamente a la cámara y cuando el nivel de iluminación de la habitación es bajo, por lo cual las pupilas están muy dilatadas.
La mejor manera de evitar los reflejos rojos consiste en separar el flash del objetivo de la cámara. Este efecto puede minimizarse a distancias de más de 4,5 m utilizando un prolongador.
Si la cámara posee una unidad de flash integral, que no puede separarse, es aconsejable aumentar el nivel de luz de la habitación. Esto reduce los reflejos rojos, ya que la luz adicional hace que las pupilas del sujeto se contraigan, reduciendo la superficie reflectora.
Si el sujeto mira una luz brillante (por ejemplo, la lámpara de la habitación) justo antes de tomar la fotografía con el flash, el brillo de la luz reducirá el tamaño de las pupilas del sujeto.
Como último recurso, se puede tomar la fotografía con la luz ambiente en lugar de utilizar el flash.
La clave para evitar el reflejo en las gafas está en experimentar con la posición de las luces y reflectores. Incluso los profesionales tienen que ajustar las posiciones constantemente para hacer las cosas bien.
Una buena fotografía puede malograrse por los reflejos del flash. Intente evitar las superficies brillantes en los fondos de las fotografías, como espejos, ventanas y paredes brillantes. Si es inevitable un fondo brillante, puede reducir el reflejo situándose formando ángulo con dicha superficie o apartando el flash de la cámara, de manera que el destello incida oblicuamente sobre el fondo.
Las gafas también pueden provocar problemas de reflejos en las fotografías con flash. Las personas que utilizan permanentemente gafas no parecen naturales sin ellas, tanto en la vida real como en las fotografías. Sin embargo, la luz del flash puede reflejarse sobre las gafas, causando un brillo molesto que ocultará los ojos del sujeto. Evite el brillo de las gafas con un método indicado para los fondos brillantes (girar el sujeto o mover el flash de una manera que forme un ángulo con las gafas), o utilice luz ambiente.
Alejando el flash de la cámara 50 cm o más, el fotógrafo puede a menudo mejorar la eficacia de la iluminación del flash. Cuando el flash se sostiene más alto que el sujeto y hacia un lado, la sombra queda oculta por el sujeto. La luz lateral aporta un mejor modelado y aumenta el efecto tridimensional, lo cual es necesario para que los objetos reproducidos en fotografías bidimensionales tengan una apariencia real. Bajo la lluvia o la nieve, apartando el flash del eje del objetivo se reduce la iluminación directa de las gotas de lluvia o de los copos de nieve, que pueden obstruir la escena al ser iluminados por un flash directo.
Cuando se utiliza un solo flash de esta manera, la exposición se determina directamente con el número guía y la distancia entre el flash y el sujeto (no la distancia entre la cámara y el sujeto). Si se coloca el flash encima del objetivo (lo bastante lejos para evitar el efecto de ojos rojos), se obtiene una iluminación práctica y sin sombras. Resulta útil para las fotografías de bebés y ciertas naturalezas muertas. Esta posición de flash es eficaz también como luz de relleno en las fotografías realizadas con flash múltiple, y en las tomadas en exteriores, a contraluz o con flash de relleno
Pueden obtenerse iluminaciones más sutiles y expresivas de varias maneras:
El flash rebotado produce una luz equilibrada y difusa. Una cartulina blanca, curvada y fijada sobre el flash, dirige luz suplementaria sobre el sujeto.
Un solo flash dirigido hacia el techo o hacia las paredes para que su luz rebote en ellos, proporciona una luz difusa que disminuye las sombras. Esta utilización del flash contribuye a lograr una iluminación más equilibrada para la fotografía en color. Puesto que la luz es indirecta y difusa, se requiere más exposición. Las superficies blancas proporcionan la mejor luz rebotada; las superficies coloreadas pueden añadir color a las sombras.
Este tipo de iluminación es similar a la suave luz del sol que en días cubiertos hace posible la toma de fotografías agradables de personas en exteriores. El flash rebotado resulta especialmente adecuado para las fotografías de primeros planos de personas. Cuando la unidad de flash está dirigida hacia el techo, hacia una pared o hacia el ángulo de una habitación, la luz es devuelta sobre el sujeto y produce una iluminación agradable y suave. Los ambientes de colores claros reflejan más luz que los oscuros y requieren menos exposición.
La exposición depende del tamaño y del color de la habitación, así como de la distancia total que la luz debe recorrer desde el flash hasta el techo y desde éste al sujeto. Como regla fácil de recordar, utilizar por lo menos 2 diafragmas más de exposición para el flash rebotado que para el flash directo a igual distancia.
Los paraguas reflectores poseen superficies diversas, de blanca mate a metalizada, que permiten obtener gradaciones de luz difusas y no suelen presentar problemas de sombras.
Con el flash electrónico se puede disponer de un tipo modificado de luz rebotada mediante paraguas, fabricados especialmente para uso fotográfico, plateados, blancos, de color azul claro o ámbar. La unidad de flash se monta en el mango del paraguas, apuntándola hacia el centro de la parte interior. Seguidamente se dirige el interior del paraguas hacia el sujeto.
Se puede encontrar un número guía para la combinación de flash y paraguas; con un paraguas plateado limpio, el número guía es normalmente unas 0,7 veces el que correspondería a la unidad de flash utilizada directamente. La iluminación con paraguas es más suave que con flash directo, aunque resulta más direccional que el flash rebotado.
En los días soleados (sol brillante o ligera bruma con sombras definidas) se puede utilizar el flash electrónico para disminuir la relación de iluminación existente en las escenas con luz lateral, cenital o posterior. Este sistema resulta especialmente útil en las fotografías de personas; no sólo proporciona una iluminación agradable, sino que también da como resultado expresiones más agradables, puesto que los sujetos no gesticulan por causa de la luz del sol.
Para obtener un efecto natural rellene las sombras, pero no las elimine.
Como en todo tipo de fotografía con flash, debe utilizarse la sincronización adecuada para la combinación de cámara y flash. A la mayoría de las cámaras con obturador de plano focal equipadas con unidades de flash electrónico les corresponde una limitada gama de distancias dentro de las cuales puede emplearse con éxito el flash de relleno, ya que el tiempo de exposición más corto utilizable es de 1/60 seg (en algunos obturadores de plano focal puede usarse 1/125 seg). Si se cubre el flash con un pañuelo blanco sin doblar, se podrá dividir por dos cada distancia indicada en la tabla correspondiente.
Cuando se utiliza el flash para tomar una fotografía en una habitación muy iluminada, la luz del mismo se suma a la iluminación propia del lugar, al que confiere un aspecto algo artificial. El ojo está acostumbrado a percibir la luz que proviene de los accesorios de iluminación de la habitación y no de una fuente desconocida situada fuera de la escena.
Del mismo modo, las fotografías del fuego de una chimenea tomadas con flash parecen artificiales, ya que las llamas tienen poca viveza comparadas con otros sujetos de la fotografía, y esto no se corresponde con la visión correcta.
Para utilizar ventajosamente la luz ambiente y dar un aspecto más natural a las fotografías con flash en interiores, utilice una velocidad de obturación lenta o bien reduzca la intensidad del flash con un filtro de densidad neutra situado sobre la unidad de flash (nunca encima del objetivo de la cámara). La luz disminuida requerirá una abertura del objetivo relativamente grande. La velocidad de obturación lenta dará más tiempo a la luz ambiente para registrarse sobre la película, resultando una fotografía de aspecto más natural. Otro modo de obtener el mismo efecto consiste en utilizar el flash rebotado o sin reflector con una velocidad de obturación lenta. Ambas técnicas requieren una gran abertura de objetivo, lo cual contribuye a registrar la luz ambiente; por otra parte, la luz del flash reflejada por las paredes y el techo es suave y sin brillo.
Las fotografías con flash pueden realizarse sin sincronización mediante la técnica del flash abierto. La cámara debe estar montada sobre un trípode, y el sujeto o la escena han de ser bastante oscuros, ya que el obturador se mantiene abierto durante más tiempo del normal. Para tomar una fotografía con flash abierto, calcule el número f/ requerido, a partir del número guía y de una distancia adecuada entre el flash y el sujeto; utilice el número guía indicado para una velocidad de obturación de 1/25 ó 1/30 seg. Seguidamente, abra el obturador utilizando la sincronización de obturación B o T, dispare el flash y cierre el obturador.
Muchas unidades de flash poseen un botón de prueba manual para disparar el flash cuando no se halla conectado a un circuito de sincronización. Si no es así, utilice un clip u otro objeto metálico para conseguir el contacto con el enchufe del cordón de sincronización de la unidad.
El flash abierto constituye un buen sistema para registrar fuentes luminosas bajas, que requieren tiempos de exposición incluso más largos que los que proporcionan las velocidades de obturación lentas de la cámara. Para fotografiar un árbol de Navidad iluminado, por ejemplo, debe efectuar lo siguiente: Abrir el obturador durante unos pocos segundos, para que las luces del árbol se registren sobre la película; disparar el flash, para obtener una iluminación general, y cerrar el obturador.
Para fotografiar un farol que contenga una vela: Abrir el obturador, dejar que la vela "queme" la película durante unos pocos segundos y disparar el flash para iluminar el exterior de los objetos de la escena antes de cerrar el obturador. Para obtener el mismo efecto con el flash sincronizado sitúe el obturador en la posición B y manténgalo abierto durante unos pocos segundos después de haber disparado el flash.
El método precedente permite que una sola unidad de flash ilumine una área o sujeto que superan ampliamente el campo de acción usual de aquélla.
Para ello basta con mantener el obturador abierto mientras se mueve el flash de un lugar a otro, disparándolo repetidamente hasta que hayan sido expuestas todas las áreas del sujeto. La forma más corriente de efectuar esto consiste en utilizar la posición del obturador T o la posición B con un disparador de cable con sistema de bloqueo. El objetivo se cubre con un cartón negro entre las exposiciones, mientras se mueve el flash de un lugar a otro. En las cámaras con obturador central es posible abrir y cerrar éste repetidamente mediante un disparador de cable. Sin embargo, existe el riesgo de mover ligeramente la cámara al montar el obturador, con lo cual ciertos detalles pueden quedar fuera de registro una vez completada la exposición general.
En el pintado con flash hay que tomar ciertas precauciones esenciales. Así, la cámara debe mantenerse absolutamente inmóvil. El nivel de iluminación de la escena o del sujeto ha de ser muy bajo, para que las repetidas exposiciones no aumenten la densidad en algunas áreas. Conviene disponer de un ayudante que mueva la unidad de flash mientras el fotógrafo controla las operaciones de la cámara. En cada exposición la unidad de flash debe hallarse tapada en el campo de la cámara por objetos de la escena, y el ayudante nunca tiene que encontrarse entre el flash y la cámara, para evitar que aparezca su silueta. También en cada exposición el flash ha de hallarse a distancia constante de los objetos que ilumina. El número f/ se determina seleccionando una distancia conveniente entre el flash y el sujeto y dividiendo por ésta el número guía para una velocidad de obturación de 1/25 ó 1/30 seg.
Aunque se requiere cierta experiencia para asegurar buenos resultados, el pintado con flash hace posible la obtención de fotografías en condiciones aparentemente imposibles.
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