Después de estudiar brevemente pintura, William Klein (n. 1928) entró en contacto con la fotografía mientras trabajaba para un arquitecto como artista joven. Tenía pocas nociones preconcebidas sobre la práctica fotográfica y, utilizando todas las herramientas de un fotógrafo (composición, exposición y enfoque) con una feroz confianza, procedió a crear un lenguaje visual único que hizo un activo del accidente.
Klein fue uno de los fotógrafos callejeros más rebeldes en el curso de la historia. Se opuso a todas las tradiciones de la fotografía, como la composición, el uso de lentes gran angular, el desenfoque de sus fotografías, el acercamiento y la personalización, la interacción con sus sujetos, la creación de imágenes granuladas y de alto contraste, conmocionó el orden establecido del mundo de la fotografía.
Fuentes: GALERÍA MICHAEL HOPPEN, Wikipedia.
XVII CONCURSO DE FOTOGRAFÍA "LA SIDRA"
Este concurso tiene el reconocimiento de la CEF y es puntuable para la obtención de los títulos de Artista, Excelencia y Maestro de la CEF.
Fecha límite de presentación: Hasta el 02/09/2025
Cuota de inscripción: Gratuita.
Temática del concurso. La sidra, la manzana y su cultura.
Esquema de iluminación de estudio: Rembrandt
Iluminación ideal para exhibir y crear profundidad en tomas más artísticas.Se llama así por estar basada en la importancia que daba a la dirección de la luz en sus retratos el pintor holandés.
Nuestra misión es brindar a los fotógrafos la oportunidad de promocionar sus fotografías y presentar su trabajo entre los mejores fotógrafos a una audiencia internacional.
William Klein. El fotógrafo callejero rebelde
Klein fue uno de los fotógrafos callejeros más rebeldes en el curso de la historia. Se opuso a todas las tradiciones de la fotografía, como la composición, el uso de lentes gran angular, el desenfoque de sus fotografías, el acercamiento...
Tanto el atardecer como el amanecer son momentos de magia; momentos preferidos por los fotógrafos que quieren captarla.
Los atardeceres nos muestran colores más intensos y cielos más luminosos; en cambio, los tonos de los amaneceres son más suaves, sutiles; y los cielos, más oscuros y misteriosos.