Bing comenzó su carrera como fotoperiodista en Frankfurt. En 1930, inspirada en el trabajo de la fotógrafa con sede en París Florence Henri, hizo las maletas y se trasladó a la capital francesa. La carrera de Bing floreció allí: trabajó como autónoma para publicaciones como Le monde illustre, Regards, Paris Vogue, Vu e incluso el American Harper's Bazaar. Junto con otros contemporáneos que rompieron las reglas como Man Ray y Andre Kertesz, Bing exhibió su trabajo en galerías de vanguardia en París y la ciudad de Nueva York.
En 1940, cuando los nazis invadieron Francia, Bing y su esposo, ambos judíos, fueron colocados en campos de internamiento separados en Francia. Afortunadamente, con el apoyo de un editor de Harper's Bazaar, pudieron obtener visas y emigrar a Nueva York el año siguiente. Allí Bing siguió tomando fotos, pero en 1959 decidió dejar la fotografía: “Quería hacer sentir la movilidad y necesitaba otro medio, así que me volví a la poesía…
Bing destaco como una artista de vanguardia, experimentando con ángulos, movimiento y técnicas de impresión en muchas de sus fotografías de monumentos de París, incluida la Torre Eiffel, el Moulin Rouge y la fuente de la Place de la Concorde. Bing dijo: “Fue una época de exploración y descubrimiento… Queríamos mostrar lo que la cámara podía hacer y que ningún pincel podía, y rompimos todas las reglas. Fotografiamos a la luz, incluso fotografiamos la luz, usamos una perspectiva distorsionada y mostramos el movimiento como un borrón. Lo que fotografiamos también era nuevo: papel rasgado, hojas muertas, charcos en la calle, ¡la gente pensaba que era basura! Pero ir en contra de las reglas abrió las puertas a nuevas posibilidades"

Autorretrato de Ilse Bing con leica.
“Sentí que la cámara crecía como una extensión de mis ojos y se movía conmigo”, dijo una vez la fotógrafa Ilse Bing. Una de sus fotografías más conocidas, un autorretrato en un espejo, parece ilustrar este pensamiento. Muestra tanto una vista frontal de Bing mirando desde detrás de su cámara como una vista de perfil que nos permite ver más de su rostro y cámara. Esta imagen, en la que destaca la pequeña cámara sobre un trípode, se ha convertido en un icono de la fotografía modernista. Esta pequeña cámara que defendía Bing era una Leica, que revolucionó la forma en que los fotógrafos podían disparar, y pronto llegó a ser conocida como la "Reina de la Leica".
VI Concurso CNIE La edad no nos define. La mirada, sí
La Fundación General de la Universidad de Salamanca, a través del CENIE, convoca la VI edición del Concurso de Fotografía en el marco del proyecto Nuevas Sociedades Longevas. Esta convocatoria apuesta por una visión renovada de la longevidad...
Fecha límite de presentación: Hasta el 30-11-2025.
Cuota de inscripción: Gratuita.
Temática del concurso. La edad no nos define. La mirada, sí. Categorías: Retratos con alma, Instantes sin edad.
Premios
Las imágenes premiadas invitan a los espectadores a mirar más allá del ciclo informativo y a conectar con historias, tanto destacadas como olvidadas, de todo el mundo. Revelan lucha y resistencia, pero también calidez humana y valentía...
Arnold Newman: "Puedo mostrar una parte fundamental del alma".
.
Aunque realizaba todo tipo de fotografías, fueron los retratos los que le concedieron mayor relevancia. Una característica de sus retratos es el empleo de elementos u objetos que se relacionan con los intereses o la profesión del personaje fotografiado. "No soy capaz de retratar el alma, pero puedo enseñar una parte fundamental de ella", decía Newman.
Tanto el atardecer como el amanecer son momentos de magia; momentos preferidos por los fotógrafos que quieren captarla.
Los atardeceres nos muestran colores más intensos y cielos más luminosos; en cambio, los tonos de los amaneceres son más suaves, sutiles; y los cielos, más oscuros y misteriosos.