Karine Aigner, Washington, ha sido la ganadora del Gran Premio de Big Picture por su fotografía "Pelota de abeja". Un momento raro capturado de cerca: Diadasia rinconis (Cactus Bees) pululando juntas en una bola de apareamiento, cada macho ansioso por convertirse en compañero de una hembra.
Desde su creación en 2014, BigPicture ha sido reconocido como uno de los principales concursos de vida silvestre y conservación del mundo.
Este año el gran premio ha sido para la fotoperiodista Karine Aigner por su fotografía "Pelota de abeja".
Criada en Arabia Saudita, Karine ha viajado mucho a lugares como Taiwán, África y Galápagos en busca de fotografía. En medio de sus viajes, se desempeñó como editora de imágenes sénior de National Geographic durante nueve años. Ahora, Karine es miembro asociado de la Liga Internacional de Fotógrafos de Conservación y miembro de Girls Who Click.
Más información en Big Picture
XVII CONCURSO DE FOTOGRAFÍA "LA SIDRA"
Este concurso tiene el reconocimiento de la CEF y es puntuable para la obtención de los títulos de Artista, Excelencia y Maestro de la CEF.
Fecha límite de presentación: Hasta el 02/09/2025
Cuota de inscripción: Gratuita.
Temática del concurso. La sidra, la manzana y su cultura.
Esquema de iluminación de estudio: Rembrandt
Iluminación ideal para exhibir y crear profundidad en tomas más artísticas.Se llama así por estar basada en la importancia que daba a la dirección de la luz en sus retratos el pintor holandés.
Nuestra misión es brindar a los fotógrafos la oportunidad de promocionar sus fotografías y presentar su trabajo entre los mejores fotógrafos a una audiencia internacional.
William Klein. El fotógrafo callejero rebelde
Klein fue uno de los fotógrafos callejeros más rebeldes en el curso de la historia. Se opuso a todas las tradiciones de la fotografía, como la composición, el uso de lentes gran angular, el desenfoque de sus fotografías, el acercamiento...
Tanto el atardecer como el amanecer son momentos de magia; momentos preferidos por los fotógrafos que quieren captarla.
Los atardeceres nos muestran colores más intensos y cielos más luminosos; en cambio, los tonos de los amaneceres son más suaves, sutiles; y los cielos, más oscuros y misteriosos.