Imagen de JGM - Prisma2

• Clases de fotografía de animales
• Equipo para fotografía de animales
• La luminación en fotografía para animales
• Escenarios para fotografía de animales

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Los animales, como sujetos fotográficos, pueden distribuirse en tres clases:

1. Animales domésticos

   Los animales del primer grupo son relativamente fáciles de fotografiar. En casi todos los casos puede elegirse el escenario (el estudio, la casa, etc.) según las necesidades de la fotografía.

2. Animales salvajes y semidomesticados

   

   Imagen de Holger Detje

   Los animales sueltos por los lugares habitados y los parques públicos están habituados en mayor o menor grado a la presencia de la gente. Esto facilita el poder aproximarse a ellos hasta distancias en que pueden obtenerse buenas fotografías, mientras se tengan las precauciones que expondremos a continuación; los animales no domesticados no son muy consecuentes en sus reacciones y comportamiento.

   Los animales de los parques zoológicos están generalmente confinados en lugares bien visibles. En muchos casos es posible elegir puntos de vista en que queden ocultos los barrotes o vallas en los primeros planos de la fotografía, aun cuando los alrededores no tengan un aspecto demasiado real. Los animales que estén al exterior pueden fotografiarse sin permiso. Pero para fotografiar monos, serpientes, pájaros o cualquier otro animal dentro de edificios especiales, como aviarios y terrarios, será conveniente preguntar primero si está permitido utilizar flash. Hay que tener en cuenta que algunos animales reaccionan violentamente ante un destello súbito; en cambio, otros lo ignoran totalmente. En general, no suele haber objeciones a la fotografía con luz ambiente.

3. Animales en su hábitat natural

   

   Imagen de Frank-Winkler

   Para fotografiar animales en su hábitat se plantean dificultades especiales, además del problema básico de llegar hasta ellos. La posibilidad de identificar huellas y la habilidad para esconderse son al menos tan importantes como el conocimiento de la fotografía; además, es preciso saber muy bien cuáles son las costumbres de las especies buscadas.

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Clases de fotografía de animales

Imagen de Szabolcs-Molnar

Retratos de animales domésticos.

Los propietarios de animales desean tener fotografías de sus favoritos, que muestren la personalidad de éstos. Quieren retratos en el más amplio sentido de la palabra; no necesariamente actitudes estudiadas, sino fotografías en las que queden plasmados sus rasgos individuales y características diferenciales. Generalmente son fotografías en primer plano de la cara del animal, como centro de interés. La situación creada o simulada suele ser secundaria.

Fotografías de animales de exposición.

Estas fotografías pretenden la exhibición de tipos perfectos; el sujeto es un soberbio ejemplar con tanta casta que tiene una personalidad distintiva. De animales amaestrados suelen desearse dos clases de fotografías. Una de ellas es la fotografía de perfil, para mostrar la cabeza y los cuartos traseros, con las proporciones y conformación general en la postura prescrita de exhibición. La otra es una vista de frente para mostrar la cara, la conformación de pecho y hombros, y la forma de las patas. Frecuentemente se pide también una fotografía de tres cuartos, ya como retrato formal. El dueño o entrenador sabrá cómo colocar el animal. La misión del fotógrafo es obtener una buena fotografía. Los animales de concurso no entrenados, como los gatos, se pueden fotografiar más informalmente, sobre un almohadón, por ejemplo, pero sin olvidar que el objeto de la fotografía es mostrar la perfección de sus proporciones.

Fotografías identidad.

En las fotografías para identificación de animales o para enseñar las diferencias entre varias especies, los mismos se presentan individuales, generalmente en libertad. El problema consiste en conseguir una imagen clara del individuo representativo, en la que se vean el color, el tamaño y la actitud del animal en un hábitat típico. Las fotos que presenten las características de costumbres de vida y alimentación, y de crianza y adiestramiento de los cachorros, conviene que sean hechas en series, desde diferentes puntos de vista y distancias (alejada, media y cercana). Esto requiere hacer gran cantidad de fotografías y en diferentes ocasiones, para obtener series completas y auténticas.

Fotografías de movimiento.

Los animales en acción (jugando, trabajando o corriendo) se prestan a una amplia clase de fotografías. Aquí, los problemas se apoyan en cada una de las acciones que se desea retratar (véase: Acción, fotografía de). El fotógrafo debe tener experiencia y conocimiento de la acción que se está desarrollando, para apreciar el momento más interesante para tomar una foto. Es necesario tener un equipo adecuado al trabajo y, especialmente, reflejos rápidos para sorprender un acontecimiento imprevisto.

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Equipo para fotografía de animales

Imagen de www Slon Pics

Cámaras.

Las fotos preparadas de animales amaestrados, así como las de los pequeños animales en cautividad, pueden tomarse con cámaras de gran formato si se desea. Pero en su gran mayoría, los animales han de ser fotografiados durante su movimiento o en breves períodos de reposo. Esto exige disponer de una cámara rápida, versátil y de fácil manejo.

Objetivos.

Un objetivo de foco moderadamente largo (90-100 mm) es el mejor para la mayoría de los trabajos. Lo mismo que en el retrato humano, llenará el fotograma con la imagen del animal a la distancia conveniente para evitar la distorsión ocasionada por la excesiva proximidad, tanto si es con un objetivo normal como con gran angular. Los grandes teleobjetivos, con distancias focales muy largas, se han de reservar para casos especiales, porque, si bien a igualdad de distancias llenan con facilidad el fotograma, tienen una profundidad de campo proporcionalmente menor, aplanan la perspectiva exageradamente y son más propensos a hacer mover la cámara durante la toma, por su mayor peso. Estos factores son desfavorables en las tomas enteras de grandes animales, y en las fotografías de frente de animales con largos hocicos, como caballos o perros.

Objetivos zoom.

Los objetivos de distancia focal ajustable son especialmente valiosos para la fotografía de animales en exteriores, como el bosque o el patio, cuando están retozando. Permiten conseguir el tamaño deseado de la imagen rápidamente y sin necesidad de estar siempre merodeando alrededor de los animales. Un objetivo cuya escala de transformación sea desde la distancia normal a la del teleobjetivo será siempre preferible a otro que ofrezca la posibilidad de un gran angular. De todas formas, el utilizar zoom largo tienen el inconveniente de la dificultad de mantener la cámara con suficiente estabilidad, porque en las distancias focales normales y cortas, el temblor eventual de la mano es menos grave que en los teleobjetivos. El mismo problema se presenta cuando en las fotografías en la selva hay que recurrir a los teleobjetivos extremados. Es preciso utilizar un buen trípode, o bien culata para el hombro o cualquier otro soporte firme.

Velocidad, ISO Y profundidad de campo.

1. Para superar el movimiento se precisa una velocidad de exposición de no menos de 1/125 seg.
2. Para evitar el efecto de las posibles vibraciones o movimientos de la cámara, especialmente con distancias focales largas, es también necesaria una alta velocidad de obturación.
3. Para obtener una adecuada profundidad de campo, se requiere el empleo de pequeñas aperturas de diafragma.

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La iluminación en fotografía de animales

Imagen de JGM - Prisma2

Exteriores.

En fotografía de exteriores lo mejor es aprovechar la luz ambiente; en ocasiones podrá utilizarse el flash, como por ejemplo en la fotografía de aproximación con iluminación insuficiente, especialmente cuando se trate de fotografía en color. El flash está también indicado para algunas fotografías de control remoto, en el campo, así como en la mayoría de fotografías nocturnas.

Interiores.

Obviamente, en los interiores será necesario reforzar la luz, ya que para "detener" el movimiento es preciso utilizar una alta velocidad de obturación. Pocos animales pueden ser sujetados en forma que estén precisamente en la posición requerida. La luz reflejada procedente de la iluminación principal resuelve algunos problemas de sombras y probablemente cubrirá una área suficientemente ancha para permitir al animal pequeños desplazamientos. De todos modos, la iluminación debe ser equilibrada en forma que modele al sujeto, permitiendo la apariencia de una imagen tridimensional. Esto suele lograrse con una luz general desde un ángulo, combinada con otra de menor intensidad desde el opuesto. La luz natural proveniente de una ventana o claraboya se puede usar como fuente principal de iluminación y, combinada con el reflejo de las paredes, proporcionará una luz suficientemente modelada e intensa para permitir exposiciones rápidas.

Una luz dirigida desde atrás o un fuerte efecto de luz lateral dan realce a texturas o resaltan alguna característica especial, como los bigotes del gato, por ejemplo. Las luces planas frontales deben evitarse, pues destruyen en la mayor parte de los casos el relieve y la textura del modelo.

Equipo para iluminación de animales en interiores.

Las luces de flash, sean directas o por reflexión, proveen al fotógrafo de mayor libertad de operación y superan los numerosos problemas que ocasiona un sujeto en movimiento. Las luces continuas pueden también utilizarse sin inconveniente, aun cuando debe vigilarse que el calor radiado por ellas (en especial las de altísima potencia, como las de tungsteno halógeno o las llamadas "de cuarzo") no llegue a calentar tanto al animal que lo moleste. Algunos animales se sentirán muy a gusto con el calorcillo de los proyectores, lo que permitirá controlarlos por este medio, incluso cuando la mayor parte de la iluminación proceda de otras fuentes.

Exposición

Como la elección de la velocidad de obturación y la apertura de diafragma vienen condicionadas por las características del animal, por los movimientos de la cámara, así como por la necesidad de una determinada profundidad de campo, lo más importante para la determinación de la exposición es el color del animal. Bajo una iluminación idéntica, un gato negro, un perro leonado o un conejo blanco requieren diferentes exposiciones para obtener los mejores resultados. Para evitar la sobreexposición de los sujetos oscuros o negros, conviene corregir la lectura en uno o dos puntos menos de diafragma. Para evitar la subexposición de los de color claro o blancos, deberá cerrarse uno o dos puntos el diafragma que indique el fotómetro. En la fotografía en color, la exposición debe ajustarse a la luz reflejada por la parte más importante de la fotografía, generalmente la cabeza o el cuerpo del sujeto.

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Escenarios para fotografía de animales

Imagen de JGM - Prisma2

Exteriores.

En la elección del emplazamiento de la fotografía de animales en exteriores deben considerarse tres factores: el fondo, la luz y los elementos de distracción.

Fondo. El fondo debe ser apropiado al animal y a su actividad. El tono de color y su textura deben contrastar claramente con el colorido de la piel, las plumas, conchas o escamas del animal. Además, tampoco conviene que el fondo contenga mucho detalle ni que esté abigarrado de formas o colores, pues todo ello desdibuja el sujeto.

Luz. La dirección y la calidad de la luz determinarán, no solamente el contraste, sino también la textura. La luz solar frontal es la más intensa, pero crea sombras profundas que resultan demasiado contrastadas. Especialmente en fotografía en color es preferible tener el sol ligeramente detrás del animal (con un buen parasol acoplado para evitar los reflejos o la exposición directa del objetivo al sol), e iluminar la parte frontal del sujeto con un flash electrónico. Las sombras abiertas evitan el excesivo contraste y los problemas de sombras duras, pero la luz uniforme y plana de las mismas no permite reproducir el detalle y la textura del pelo de los animales suficientemente.

Elementos de distracción. Es importante tomar la fotografía en un lugar donde haya los menos elementos de distracción posibles. Niños jugando, un gato, un pájaro u otros elementos extraños pueden distraer de tal forma al sujeto que no haya manera de conseguir fotografiarlo. En el bosque, estos elementos escapan completamente al control del fotógrafo; allí la cuestión es asegurarse de que no sea precisamente éste el elemento que distraiga.

Interiores.

El escenario en interiores. En un estudio u otro lugar especialmente habilitado como sótano o garaje se puede formar un escenario con papeles, cartones pintados, esteras, banquetas u otras cosas convenientemente dispuestas. Cualquier cosa que se use deberá tener colores que armonicen con el color del animal y habrá de ser de textura diferente. Hay que tener en cuenta el tipo de animal en relación con la fragilidad del escenario. Un cachorrillo juguetón, un gato asustadizo o un mono travieso pueden hacer trizas el decorado en cuestión de segundos y causar estragos entre los focos y trípodes.

Restricción de los movimientos. Es preciso dejar cierto espacio al animal para que se mueva, pero no excesivamente. Los perros y gatos querrán pasear fuera del área de la cámara. La elección de una esquina de la habitación limitará los desplazamientos de los sujetos, pero es preciso que no dé impresión de confinamiento o estrechez. Por otra parte, trabajar cerca de una pared produce problemas por las sombras, especialmente con el flash unido a la cámara.

Una mesa puede ser una buena zona de desplazamiento limitado para animales pequeños.

Mantenimiento de la pose.

Lo más difícil de conseguir es que los animales se estén quietos dentro del área de la cámara. Un felpudo o un almohadón que les resulten familiares pueden ayudar a mantenerlos en su sitio. Los ratones, hámsters, conejos y los reptiles en general se mantendrán cerca de un lugar caliente (bajo un proyector o una lámpara de infrarrojos, por ejemplo). Algo que despierte su interés también ayudará a mantenerlos en un área limitada.

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