Foto de Mattbachdar - Morotai Island (North Mollucas)

Ya seas un fotógrafo profesional o aficionado, hay muchas buenas razones por las que puedes sentirte atraído por el género del paisaje.

Estar en contacto con la naturaleza es sin duda una de ellas. Y, especialmente para el fotógrafo, disparar tranquilamente, lejos del bullicio y las tensiones del mundo moderno, es fundamental para una tarea eminentemente reflexiva y creativa.

Por tanto, al margen de tus habilidades fotográficas o tus razones para querer salir y hacer fotos, te proponemos una serie de consejos útiles que llevarán a otro nivel tus fotografías de paisajes.

Configuración de la cámara

Al contrario que en el retrato o en el reportaje, en la fotografía de paisajes tenemos la ventaja de tener más tiempo para determinar la exposición que nos interesa en cada momento. Por ello, es aconsejable utilizar el modo manual de la cámara con el fin de tener el control completo.

Por ejemplo, si estamos disparando al agua en movimiento, nos interesará una velocidad de obturación lenta, aunque tengamos que sacrificar una profunidad de campo estrecha al tener que compesar con un diafragma cerrado.

Si disparas con luz que cambia rápidamente, cambia la configuración ISO a ISO automático, para que puedas mantener el control sobre la velocidad de obturación y la apertura.

El enfoque manual con Live View también puede ser útil si tienes la cámara en un trípode, por lo que una vez más tienes el control total.

Objetivos: el gran angular

Foto de @thiswildidea | Theron Humphrey

En muchas fotografías de paisaje, el objetivo gran angular será la elección correcta. Generalmente, la distancia focal de un objetivo gran angular en una cámara de fotograma completo debería estar entre 15 mm y 35 mm.

Al abarcar este objetivo un gran ángulo de la escena, necesitas elementos para llenar el encuadre. Además, los sujetos aparecerán más lejos en comparación a como los percibimos a simple vista. Por ello, a veces conviene recurrir a los elementos de interés existentes en primer plano para completar.

Por otra parte, con el objetivo gran angular podemos encontrar problemas de distorsión; ésta se nota especialmente en los sujetos con líneas rectas, como la arquitectura. Posteriormente, podremos corregir la distorsión durante la edición.

Objetivos: el zoom

Foto de @_fabiozingg | Fabio Zingg

En el otro extremo de la escala, un objetivo zoom con una distancia focal media a larga, por ejemplo, entre 70 mm y 200 mm también puede funcionar bien en la fotografía de paisaje.

Las mañanas brumosas pueden ser excelentes para objetivos largos, ya que puedes aislar y seleccionar la zona de interés en la composición.

Los teleobjetivos comprimen la escena, por lo que puede ser útil alejarse y disparar desde lejos si deseas incluir diferentes capas en la imagen, y que elementos distantes no se vuelvan demasiado pequeños como podría pasar con el objetivo gran angular.

Más información sobre objetivos de paisajes.

Mal tiempo: mañanas brumosas

Foto de JGM

No utilices el mal tiempo como excusa ... Puede que no sea agradable hacer fotografías bajo una la lluvia torrencial (además tendrás que proteger tu kit); sin embargo, puedes capturar imágenes maravillosas de paisajes: desde cielos grises y tormentosos, niebla brumosa... hasta mares espectaculares en la costa.

Un río o un lago son el escenario perfecto para la niebla o la bruma. La niebla y la bruma se producen cuando el aire cálido y húmedo fluye sobre una superficie de agua más fría. Las colinas que rodean el agua ayudan a mantener la niebla atrapada por más tiempo, haciendo de este tipo de condiciones el sueño de un fotógrafo de paisajes.

Horquillado (bracketing)

Foto de Max Therry

Si existe gran diferencia entre altas luces, los tonos medios y las sombras en una escena de paisaje, entonces es recomendable usar el horquillado de exposición. Es una técnica simple que utilizan los fotógrafos profesionales para garantizar una exposición correcta, especialmente en condiciones de iluminación difíciles.

Aunque la mayoría de las cámaras digitales disponen de horquillado (bracketing) automático, que podemos configurar eligiendo el número de exposiciones (normalmente 3 ó 5), así como el rango de exposición entre tomas. También podemos elegir entre apertura, tiempo o ISO como factor de modificación. Recuerda que la apertura afecta a la profundidad de campo. Lo ideal es usar el tiempo de exposición y un trípode.

Si se usa el trípode, después, en la etapa de edición, puedes combinar las exposiciones para obtener un resultado perfecto. Es lo que se suele hacer en las imágenes HDR.

Color o Blanco y Negro

Foto de JGM

Mientras que el monocromo es ideal para los días aburridos, el color es fantástico para la hora dorada y esas escenas luminosas donde el color es clave.

El truco con el color consiste en corregir el balance de blancos de tu cámara para que puedas captar la rica variedad de colores que aparecen ante tus ojos.

Posteriormente puedes modificarlo en la etapa de edición si has disparado en Raw. Siempre recomendamos disparar en Raw en lugar de Jpeg, ya que los archivos Raw contienen más datos, por lo que sus imágenes son muestran muchos más matices. Y lo más importante, podemos ajustar gran cantidad de parámetros en Camera Raw.

Mientras algunas tomas de paisajes funcionan muy bien en color, otras son perfectas para blanco y negro. Los días opacos y grises son perfectos para el monocromo, con el que podemos mejorar las texturas, el contraste, controlar mejor las sombras y la iluminación en general. Además, en muchos temas la fotografía en B/N es más expresiva.

En la etapa de edición, usa los canales de color para aprovechar al máximo la gama de grises de la escena.

La importancia de los filtros

Si quieres tomarte en serio la fotografía de paisajes, entonces debes invertir en algunos filtros para paisajes. Algunos piensan que los filtros son cosa de la fotografía analógica y que en la era digital bastaba con la postedición. Sin embargo, en ocasiones, eso no bastará y necesitaremos la ayuda de algún filtro. Por ejemplo, para conseguir efecto seda en una fotografía marina a pleno sol, necesitaremos un filtro de densidad neutra para poder disminuir la velocidad y conseguir una expoción larga.

Hay muchos tipos diferentes de filtros en el mercado que te ayudarán a mejorar tus fotografías; sin embargo, los tres principales que recomendamos para la fotografía de paisajes son: un filtro polarizador (que ayuda a reducir el resplandor y enriquece los cielos azules), un filtro ND (el que hemos comentado en el párrafo anterior) y el filtro graduado ND (oscurece los cielos y ayuda a equilibrar la exposición).

El trípode

Foto de Christina Harman

El trípode y la fotografía de paisajes de alguna manera son inseparables: ¡los dos funcionan muy bien juntos! Aunque no necesariamente necesites un trípode todo el tiempo para tus tomas de paisajes, te recomendamos que uses uno siempre que sea posible, ya que el acto de disparar en un trípode te da la opción de reducir la velocidad. En la fotografía de paisajes, ser rápido no siempre es necesariamente mejor, así que tómate tu tiempo, considera tu composición y sigue ajustándola hasta que sea perfecta. Es por lo que un trípode es vital... ¡y también es útil si deseas disparar con una velocidad de obturación lenta!

Por otra parte en las cámaras de gran formato o con objetivos pesados, el trípode resulta esencial para el encuadre y el enfoque.

Los mejores momentos del día. La hora dorada.

Foto de JGM

No hay duda de que la hora dorada (la del amanecer y el atardecer) es realmente mágica para la fotobrafía de paisajes!

Cuando la luz y los colores están cambiando en el cielo, estás en el lugar correcto y en el momento oportuno, no hay nada mejor. Estar al tanto del tiempo que va a hacer regularmente y durante todo el año será decisivo para encontrar esas condiciones favorables.

La situación ideal: poco o nada de viento, una cobertura de nubes entre 30%-70% y, si ha llovido entre dos y seis horas antes, tanto mejor.